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La invalorable Proteína G

Las proteínas G, o proteínas de unión a nucleótidos de guanina, son verdaderos interruptores moleculares dentro de nuestras células. Imaginate que son el puente entre las señales que vienen de afuera de la célula y las respuestas que se generan adentro. Son fundamentales para que las células se comuniquen y coordinen sus funciones.

¿Cómo funcionan estas "interruptores" celulares?

Las proteínas G actúan principalmente asociadas a una gran familia de receptores en la membrana celular, conocidos como receptores acoplados a proteínas G (GPCRs). Estos receptores son como antenas que detectan una gran variedad de señales externas, desde hormonas y neurotransmisores hasta olores y luz.

El ciclo de activación y desactivación de una proteína G heterotrimérica (el tipo más común) funciona así:

 * Estado inactivo: La proteína G está compuesta por tres subunidades: alfa (\alpha), beta (\beta) y gamma (\gamma). En su estado de reposo, las tres subunidades están unidas y la subunidad \alpha tiene una molécula de GDP (difosfato de guanosina) unida.

 * Activación por el receptor: Cuando una señal (un ligando) se une a un GPCR en la superficie de la célula, el receptor cambia de forma. Este cambio permite que el GPCR interactúe con la proteína G inactiva.

 * Intercambio de GDP por GTP: La interacción con el GPCR activado hace que la subunidad \alpha libere el GDP y, en su lugar, se una a una molécula de GTP (trifosfato de guanosina), que está más disponible en el citoplasma. Esta unión a GTP activa la proteína G.

 * Disociación: Una vez activada, la subunidad \alpha-GTP se separa del complejo \beta\gamma.

 * Activación de efectores: Tanto la subunidad \alpha-GTP como el complejo \beta\gamma son ahora libres para interactuar con otras proteínas en la célula, llamadas efectores. Estos efectores son los que finalmente desencadenan una respuesta celular, como la producción de "segundos mensajeros" (moléculas que amplifican la señal dentro de la célula) o la apertura de canales iónicos.

 * Desactivación: La subunidad \alpha tiene una actividad intrínseca de GTPasa, lo que significa que puede hidrolizar (romper) el GTP en GDP. Cuando esto ocurre, la subunidad \alpha vuelve a su estado inactivo, se disocia del efector y se reasocia con el complejo \beta\gamma. El sistema queda listo para recibir una nueva señal.

Tipos de Proteínas G

Existen dos clases principales de proteínas G:

 * Proteínas G heterotriméricas (grandes): Son las que acabamos de describir, compuestas por las subunidades \alpha, \beta y \gamma. La diversidad en las subunidades \alpha es clave para la variedad de respuestas. Se clasifican en cuatro familias principales según su subunidad \alpha:

   * G$\alpha$s: Generalmente estimulan la adenilil ciclasa, aumentando los niveles de AMPc (monofosfato de adenosina cíclico), un segundo mensajero.

   * G$\alpha$i/o: Suelen inhibir la adenilil ciclasa, disminuyendo el AMPc, y también pueden abrir canales de potasio.

   * G$\alpha$q/11: Activan la fosfolipasa C-\beta, lo que lleva a la producción de diacilglicerol (DAG) e inositol trifosfato (IP3), aumentando el calcio intracelular.

   * G$\alpha$12/13: Están involucradas en la reorganización del citoesqueleto y procesos como la migración celular.

 * Pequeñas GTPasas (monoméricas): Estas proteínas son más pequeñas y están formadas por una única subunidad. Aunque funcionan de manera similar (uniendo GDP o GTP), no se asocian directamente con los GPCRs. Ejemplos famosos incluyen las proteínas de la familia Ras, Rho y Rab, que controlan procesos cruciales como la proliferación celular, el crecimiento, el tráfico de vesículas y la organización del citoesqueleto.

Importancia en la salud y la enfermedad

Las proteínas G y los GPCRs son actores clave en casi todos los procesos fisiológicos del cuerpo, desde la visión y el olfato hasta la regulación del ritmo cardíaco, la secreción hormonal y la inflamación.

Dado su papel central, las disfunciones en las proteínas G pueden llevar a una amplia gama de enfermedades:

 * Cáncer: Mutaciones en proteínas G (especialmente en la familia Ras) son comunes en varios tipos de cáncer, llevando a una proliferación celular descontrolada.

 * Enfermedades metabólicas y endocrinas: Problemas en la señalización de proteínas G pueden estar detrás de la diabetes, trastornos tiroideos y otras condiciones hormonales.

 * Trastornos neurológicos: La señalización de neurotransmisores, que depende en gran medida de GPCRs y proteínas G, es crucial para la función cerebral. Las alteraciones pueden contribuir a enfermedades como la depresión y otros trastornos del sistema nervioso.

 * Enfermedades cardiovasculares: Las proteínas G regulan la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la contracción del músculo cardíaco.

 * Enfermedades infecciosas: Algunas toxinas bacterianas, como la toxina del cólera, ejercen sus efectos al interferir directamente con la actividad de las proteínas G, manteniéndolas en un estado activo y provocando, por ejemplo, una pérdida masiva de agua.

Comprender cómo funcionan las proteínas G es vital no solo para entender la biología fundamental de nuestras células, sino también para desarrollar nuevos fármacos, ya que muchos medicamentos actúan modulando la actividad de los GPCRs y, por ende, la señalización de las proteínas G

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