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Cuidado e Higiene Inclusiva

por: redacciOnline
 |  Hastag Urbano

Instalar barras de seguridad en la ducha, bañera y cerca del inodoro ayuda a los adultos mayores a sostenerse y moverse con mayor facilidad,

El exceso de baños en los adultos mayores puede originar comezón, descamación y aumentar el riesgo de lesiones cutáneas (Imagen Ilustrativa Infobae)

El cuidado de la higiene y el aseo personal es un pilar fundamental para la salud y el bienestar durante toda la vida. Mantener una rutina adecuada previene enfermedades infecciosas, protege la piel, fortalece la autoestima y ayuda a conservar la dignidad y el respeto propio y hacia los demás. Si bien niños, adolescentes, adultos y adultos mayores comparten la necesidad de cuidarse, las rutinas de higiene deben adaptarse a las características y requerimientos de cada etapa, especialmente en la vejez.

En Perú, el segmento de adultos mayores representa un porcentaje cada vez más importante de la población. Según estimaciones del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en 2022 la población de 60 años a más superó los 4 millones de personas, lo que equivale al 12% del total de peruanos. El Ministerio de Salud (Minsa) y el Seguro Social de Salud (EsSalud) han destacado la importancia de establecer medidas de atención y cuidado para este grupo, que experimenta cambios físicos, psicológicos y sociales que modifican sus hábitos, incluyendo la higiene diaria.

A diferencia de otros grupos etarios, las personas mayores de 60 años requieren rutinas de aseo ajustadas. La frecuencia del baño debe responder a sus necesidades particulares y a las recomendaciones médicas, dadas las condiciones de la piel, la movilidad, la salud general y las preferencias del adulto mayor.

Por lo general, las personas mayores no necesitan bañarse todos los días, a diferencia de lo que suele recomendarse en la adultez. Bañarse entre dos a tres veces por semana suele ser suficiente para mantener la higiene y evitar problemas en la piel. La razón está en que, con el envejecimiento, la piel pierde grasa natural, se vuelve más fina y se reseca con facilidad. El exceso de baños puede originar comezón, descamación y aumentar el riesgo de lesiones cutáneas.

En los baños de los adultos mayores se debe colocar barras de apoyo antideslizantes en la ducha y cerca del inodoro 

Sin embargo, la frecuencia puede variar si hay incontinencia, sudoración excesiva, exposición a altas temperaturas o enfermedades cutáneas. En esos casos, pueden requerirse rutinas diferentes, siempre bajo la orientación de un profesional de la salud o un geriatra.

En los días que no se realiza baño completo, es necesario reforzar el aseo por zonas en áreas sensibles como las axilas, los pliegues de la piel, los genitales y los pies. Este lavado parcial permite mantener la limpieza, controlar olores y prevenir infecciones.

Recomendaciones para la higiene de los adultos mayores

La higiene va más allá del simple acto de bañarse. Para el adulto mayor, es fundamental seguir otras prácticas de cuidado que contribuyen a su bienestar:

Uso de jabones neutros y agua tibia, nunca caliente, para evitar irritaciones y daños en la piel.

Hidratación diaria de la piel con una crema adecuada, preferentemente después del baño, para mantener la suavidad y evitar resequedad.

Cambiar la ropa interior y la vestimenta cada día, usando de preferencia prendas de algodón y que sean cómodas.

Mantener las uñas cortas y limpias, tanto de manos como de pies, para evitar infecciones y lesiones.

Higienizar prótesis dentales y realizar el cepillado dental, mínimo dos veces al día.

Controlar la limpieza de oídos, nariz y ojos, sin hacer uso de objetos punzantes o sustancias irritantes.

Se recomienda a los adultos mayores higienizar prótesis dentales y realizar el cepillado dental, mínimo dos veces al día (Salud de Mapfre)

Cómo prevenir accidentes durante el baño en adultos mayores

El baño es uno de los momentos en los que los adultos mayores enfrentan mayor riesgo de caídas y accidentes, sobre todo si hay limitaciones de movilidad o equilibrio. Para reducir estos peligros, se recomienda:

Colocar barras de apoyo antideslizantes en la ducha y cerca del inodoro.

Usar alfombras antideslizantes dentro y fuera de la zona de baño.

Procurar una buena iluminación en el baño y en el trayecto por donde transita el adulto mayor.

Regular la temperatura del agua antes de entrar para evitar quemaduras.

Contar con un asiento especial o banquito de baño en caso de debilidad muscular o dificultad para permanecer de pie.

Disponer de todos los productos de higiene al alcance de la mano para evitar desplazamientos innecesarios.

En casos de dependencia severa, asegurar la presencia de un familiar o cuidador capacitado durante el aseo.

Adultos mayores: cuidados de la piel durante el baño

Durante el baño, los adultos mayores deben tener cuidados especiales para proteger su piel, que tiende a volverse más seca y delicada con la edad. Se recomienda usar agua tibia en lugar de caliente y limitar el tiempo del baño a no más de 10 minutos. Es preferible emplear jabones suaves, sin fragancias, para evitar irritaciones. Tras el baño, se debe secar la piel con toques suaves, sin frotar, y aplicar una crema humectante de inmediato para conservar la hidratación..



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