Los expertos plantean que ser creativo no es un “don innato” ni excepcional, sino una capacidad flexible que se puede desarrollar con la práctica y que se hace visible en contextos cotidianos. Las escuelas pueden hacer la diferencia, según los resultados de las últimas pruebas PISA
Según los resultados de PISA 2024 los sistemas educativos bien posicionados en pensamiento creativo son los mismos que obtuvieron altos puntajes en Lectura, Matemática y Ciencias. (Imagen ilustrativa Infobae)
El educador británico Ken Robinson, profesor de educación artística fallecido en 2020, viralizó la pregunta en una charla #TED que desde 2022 acumula 77 millones de vistas (y otros 23 millones en Youtube). Allí Robinson cuestiona la jerarquía de las materias en el diseño curricular, plantea que las artes no deberían ser menos importantes que la alfabetización y la matemática, y advierte que la escolarización “nos hace menos creativos”.
Robinson fue nombrado “caballero” en 2003 por la reina Isabel II por su aporte al fomento de las artes. En su planteo resuenan los ecos de la película The Wall (1982) de Pink Floyd, donde la escuela es vista como un dispositivo de estandarización, una fábrica que produce individuos homogéneos y obedientes, desprovistos de toda singularidad.
A contramano de ciertos prejuicios, los datos sugieren que hay sistemas educativos que logran favorecer la creatividad de sus estudiantes. En los resultados de sus escuelas no se ve una contraposición entre creatividad y buen desempeño en Lengua o Matemática, sino al contrario: las materias troncales, cuando están bien enseñadas, contribuyen a fortalecer el pensamiento creativo.
Así lo revelaron los resultados más recientes de la prueba PISA 2024, que evaluó por primera vez el “pensamiento creativo” en estudiantes de 15 años de 64 países. Uno de los principales hallazgos del estudio de la #OCDE es que hay muchas buenas escuelas que no matan la creatividad, sino que la potencian. Son, casualmente (o no), las que mejor enseñan las materias “tradicionales” –lo que no implica que enseñen de manera tradicional–.
Del último informe #PISA se desprende que las escuelas pueden hacer la diferencia al fomentar entre sus estudiantes el desarrollo de esta habilidad, considerada la segunda más demanda por los empleadores detrás del pensamiento analítico, según el Foro Económico Mundial. La creatividad es también una de las seis “competencias globales para el aprendizaje profundo” –las “6C”– que identificó el pedagogo canadiense Michael Fullan, así como una de las cinco “mentes del futuro” que describió el psicólogo estadounidense Howard Gardner, autor de la teoría de las inteligencias múltiples.